viernes, 27 de junio de 2008
miércoles, 18 de junio de 2008
Fotos del Bautismo
Bautismo de mi Hno. Manuel Terrones
viernes, 6 de junio de 2008
Conversaciones con Dios
Deben dejar de ver a Dios como separado de Uds.
y a Uds. como separados de los demás,
no existe nada en el universo que este separado,
todo está intrínsicamente en contacto,
todo es interdependiente de manera irrevocable e interactiva,
entrelazando en la estructura de todo lo que existe.
Se requiere de una conciencia global.
Busca la divinidad en todo y todos.
Vive la ley del Amor ahora y siempre,
conviértete cada momento de tu vida en una efusión de amor.
Utiliza cada momento para invocar el pensamiento más elevado.
Pronuncia la palabra más noble.
Sé la paz.
Camina en los zapatos de cada hombre.
Perdona cada ofensa.
Respeta la verdad de cada persona.
Adora al Dios de cada uno.
Siente y expresa en cada momento tu Divina conexión con el Todo
y con cada persona lugar y cosa.
Provee las necesidades de los que te rodean
Saca a la luz los mayores dones de tus semejantes.
Sé una viva representación ejemplar de la Verdad más elevada
que reside en tu interior.
Sé un don para cada persona que entre en tu vida,
cada persona que llegue a tu vida, llega para recibir de ti un don.
Y al hacerlo, a su vez te da un don,
el don de que experimentes y cumplas
con la realización plena de Quien Eres.
En manos de quién...
Una pelota de basketball en mis manos vale unos $19.Dolares
Una pelota de basketball en las manos de Michael Jordán valía alrededor de $33.000.000. Dolares
Todo depende de: en manos de quién está el asunto.
Una raqueta de tenis en mis manos no sirve mucho.
Una raqueta de tenis en manos de Pete Sampras, significa el Campeonato en Wimbledon.
Todo depende de: en manos de quién está el asunto.
Una honda en mis manos es un juego de niños.
Una honda en manos de David es el arma de la victoria del Pueblo de Dios.
Todo depende de: en manos de quién está el asunto.
Dos panes y cinco peces en mis manos son un par de sándwiches de pescado.
Dos panes y cinco peces en manos de Jesús son el alimento para miles.
Todo depende de: en manos de quién está el asunto.
Unos clavos en mis manos pueden servir para colgar un cuadro en la pared.
Unos clavos en las manos de Jesucristo producen la salvación de toda la humanidad.
Todo depende de: en manos de quién está el asunto.
Como has visto, todo depende de: en manos de quién está el asunto.
Pon tus proyectos, tus preocupaciones, tus miedos, tus deseos, tus sueños, tu familia, tu ministerio y tus relaciones en manos de Dios.
¡TODO DEPENDE EN MANOS DE QUIEN ESTÁ EL ASUNTO!
Aquí Jesús... Reportandose
Una vez un Sacerdote estaba dando un recorrido por la Iglesia al mediodía... Al pasar por el altar decidió quedarse cerca para ver quien había venido a rezar.
En ese momento se abrió la puerta y el sacerdote frunció el entrecejo al ver a un hombre acercándose por el pasillo; el hombre estaba sin afeitarse desde hace varios días, vestía una camisa rasgada y tenía un abrigo gastado cuyos bordes se habían comenzado a deshilachar. El hombre se arrodilló, inclinó la cabeza, luego se levantó y se fue.
Durante los siguientes días el mismo hombre, siempre al mediodía, llegaba a la Iglesia cargando una maleta... se arrodillaba brevemente y luego volvía a salir. El sacerdote, un poco temeroso, empezó a sospechar que se tratase de un ladrón, por lo que un día se puso en la puerta de la Iglesia y cuando el hombre se disponía a salir le preguntó: "¿Qué haces aquí?".
El hombre dijo que trabajaba cerca, y como tenía media hora libre para el almuerzo, aprovechaba ese momento para rezar. "Solo me quedo unos instantes, sabe, porque la fábrica queda un poco lejos, así que solo me arrodillo y digo:
"Señor, solo vine nuevamente para contarte cuan feliz me haces cuando me liberas de mis pecados... no sé rezar muy bien, pero pienso en Ti todos los días... así que Jesús, este es Juan reportándose".
El sacerdote, sintiéndose un tonto, le dijo a Juan que todo estaba bien y que era bienvenido a la Iglesia cuando quisiera. Más tarde, cuando se arrodilló ante el altar, sintió derretirse su corazón con el gran calor del amor y encontró a Jesús. Mientras las lágrimas corrían por sus mejillas, en su corazón repetía la plegaria de Juan:
"SOLO VINE PARA DECIRTE, SEÑOR, CUAN FELIZ FUI DESDE QUE TE ENCONTRÉ A TRAVÉS DE MIS SEMEJANTES Y ME LIBERASTE DE MIS PECADOS... NO SÉ MUY BIEN CÓMO REZAR, PERO PIENSO EN TI TODOS LOS DÍAS... ASÍ QUE JESÚS, SOY YO REPORTÁNDOME".
Cierto día el sacerdote notó que el viejo Juan no había venido. Los días siguieron pasando sin que Juan volviese para rezar. Continuaba ausente, por lo que el Padre comenzó a preocuparse, hasta que un día fue a la fábrica a preguntar por él; allí le dijeron que estaba enfermo, pero que pese a que los médicos estaban muy preocupados por su estado, todavía creían que tenia un chance de sobrevivir.
La semana que Juan estuvo en el hospital trajo muchos cambios, él sonreía todo el tiempo y su alegría era contagiosa. La enfermera Jefe no
podía entender por que Juan estaba tan feliz, ya que nunca había recibido ni flores, ni tarjetas, ni visitas. El sacerdote se acercó al lecho de Juan con la enfermera y ésta le dijo, mientras Juan escuchaba: "Ningún amigo ha venido a visitarlo, él no tiene adonde recurrir".
Sorprendido, el viejo Juan dijo con una sonrisa: La enfermera está equivocada... pero ella no puede saber que TODOS LOS DÍAS, desde que llegué aquí, a MEDIODÍA, un querido amigo mío viene, se sienta aquí en la cama, me agarra de las manos, se inclina sobre mí y me dice:
"SOLO VINE PARA DECIRTE, JUAN, CUAN FELIZ FUI DESDE QUE ENCONTRÉ TU AMISTAD Y TE LIBERÉ DE TUS PECADOS. SIEMPRE ME GUSTÓ OÍR TUS PLEGARIAS, PIENSO EN TI CADA DÍA, ASÍ QUE JUAN...